Esta era la cuarta final para el Manchester United, que hasta ahora estaba invicto: ganó en 1968 frente al SL Benfica, en 1999 contra el Bayern Munich (en un final de infarto en que los red devils remontaron en el descuento el tanto inicial del conjunto bávaro) y en 2008 frente al Chelsea, en una tanda de penaltis en la que el capitán de los blues, John Terry tuvo en sus pies el triunfo de su equipo.
En cuanto al F. C. Barcelona, ésta era la sexta final que disputaba. Perdió en 1961 contra el SL Benfica en la final de los palos cuadrados, y en 1986 frente al Steaua de Bucarest, en la tanda de penaltis en la que el meta rumano Helmut Duckadam detuvo los cuatro lanzamientos de los blaugranas. En 1992 consiguió su primer triunfo en la competición frente a la UC Sampdoria de Vujadin Boškov, gracias al gol de falta del holandés Ronald Koeman en el minuto 111 de la segunda parte de la prórroga. Repitió presencia en 1994, cuando el AC Milan endosó el 4-0 que significó el fin del Dream Team azulgrana. Y 12 años después, en 2006 venció al Arsenal FC, gracias a los goles de Eto'o y Belletti.
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